En la sociedad actual la preocupación por la estética es cada vez más candente. La verdad, muchos son los pacientes que optan pasar por adentrarse en el quirófano antes que verse afectados por posibles complejos físicos. Por ello, intervenciones como la otoplastia son cada vez más comunes en cualquier franja de edad, incluso en los más pequeños para así evitar burlas de sus compañeros de clase. Gareth Bale, Brad Pitt y la cantante Thalía son algunos rostros conocidos que se han sometido a la cirugía, diciendo adiós a las orejas de Dumbo.
Tal y como afirma la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética, este tipo de intervenciones están subiendo escalones en el campo de la demanda. Actualmente, la otoplastia se encuentra en el décimo lugar de entre las cirugías más recurrentes. Tan sólo en el año 2011 hubieron unas 167.772 personas que se realizaron dicho procedimiento. Pero, ¿de qué se trata?
La otoplastia es una intervención destinada a remodelar las orejas, brindarles la forma deseada y evitar mostrar las conocidas orejas de Dumbo o de soplillo. La reparación del pabellón auricular permite eliminar aquellos complejos derivados de deformidades estéticas o apariencias que no son agradables para el paciente. La intervención es prácticamente indolora y deja únicamente una pequeña cicatriz por debajo del mismo pabellón. El paciente puede incorporarse a su día a día habitual pasados tres o cuatro días, pero se necesitan seguir una serie de precauciones que dictaran el progreso del postoperatorio (como no rozarse con la almohada al dormir y evitar los golpes en las orejas).
Aunque para aquellos que nunca hayan oído hablar de la intervención les pueda parecer extraño, la otoplastia es más frecuente en niños. Los pequeños de entre cinco y siete años son, por lo tanto, quienes recurren más a esta cirugía. Generalmente se emplea para corregir las orejas de Dumbo, es decir, reducir el espacio de separación entre las orejas y el lateral del rostro. Sin embargo, también puede utilizarse para reducir su tamaño o bien para reconstruir los pabellones auriculares.
En el caso de los adultos, la otoplastia generalmente tiende a corregir problemas accidentales. Los pacientes adultos no suelen recurrir al procedimiento para solucionar posibles orejas de soplillo, sino para corregir deformidades que se han ocasionado como consecuencia de algún accidente. Los accidentes de tráfico o el mordisco de un perro son ejemplos de ello.
La otoplastia se está convirtiendo en una de las intervenciones más demandadas actualmente. Para poder tener tiempo de recuperación y evitar el estrés, es aconsejable realizarse este tipo de cirugías en épocas de vacaciones. Por ello, desde Dr. Junco, Cirugía Plástica y Estética te animamos a eliminar tus complejos auditivos durante estas Navidades. Regálate un alivio y decídete por la otoplastia.