Aunque en ocasiones pueden no mostrarlo al público, son muchas las personas que sufren de algún tipo de complejo relacionado con sus orejas. Formas poco convencionales, demasiado unidas a la cabeza, demasiado separadas… Todo ello puede generar graves problemas de autoestima, incluso el paciente puede llegar a no sentirse nada a gusto consigo mismo. Para combatir la situación, la otoplastia se convierte en el remedio más eficaz.
Esta intervención se realiza principalmente para remodelar el aspecto y la forma del pabellón auricular, bien sea mediante la plicatura del cartílago o la reducción del tamaño de la concha, acercando la totalidad del pabellón al cráneo. Generalmente, la otoplastia se alarga una hora y se practica con anestesia local. Los resultados que genera son completamente naturales y solo deja una cicatriz imperceptible. Veamos un testimonio operado por el Dr. Junco, que nos muestra lo que los complejos pueden generar y lo fáciles que son de evitar:
“Desde muy pequeño tenía complejos con mis orejas, las quería más pegadas o unidas a mi cabeza. Lo cierto es que todos mis familiares estaban en contra de mi operación, a lo mejor porque pensaban que era un capricho de niño, o por miedo, ya que todas las operaciones tienen su riesgo e intentaban quitarme la idea. Por un tiempo dejé de mencionar el tema, pero el complejo permanecía aunque no lo dijera.
La idea de operarme siempre había ocupado mi mente, me miraba en el espejo y me imaginaba como sería… Cuando cumplí los 18 años me puse a trabajar en verano y mis primeras pagas las destiné a una otoplastia. Pude haberme operado en Cuba, que es mi país de origen y también se hacen, pero preferí hacerlo aquí, pues me vine de pequeño y creo que aquí, las condiciones y garantías que me aportaban eran mejores.
Entonces fue cuando con ayuda de mis padres, que al ver que yo seguía con mis complejos y estaba decidido a operarme me apoyaron muchísimo, comenzamos a investigar por Internet. Encontramos al Dr. Junco y ya no seguimos buscando, tanto a mí como a mis padres, nos dio mucha confianza y seguridad. Aunque estaba decidido a operarme, confieso que me daba mucho miedo. Sin embargo, gané optimismo gracias al Dr. Junco y su equipo, que nos explicaron el proceso con todo lujo de detalles, muy atentos desde el principio (antes, durante y después de la operación).
La intervención fue más sencilla de lo que yo me imaginaba. Mis orejas quedaron como yo siempre había querido. Gracias al Dr. Junco hoy me siento feliz, sin complejos, me hago muchas fotos, soy otro, mi vida ha cambiado y se lo debo a un maravilloso equipo, que han logrado que todo fuera un éxito.”