El campo de la medicina estética, igual que la cirugía, está en constante evolución y, día a día, aparecen y se perfeccionan técnicas y tratamientos para que sean menos agresivos y más eficaces para luchar contra el envejecimiento de la piel. Ahora es posible cuidar y mejorar el aspecto de nuestra cara y nuestro cuerpo sin recurrir a la cirugía plástica o estética. Uno de estos tratamientos es la mesoterapia facial.
La mesoterapia facial es una técnica de rejuvenecimiento, tonificación y revitalización de la piel del rostro, cuello y escote mediante la infiltración de soluciones biológicas. Estas infiltraciones consiguen hidratar, iluminar y estirar la piel de manera inmediata. La mesoterapia facial regula el crecimiento celular, retrasa la oxidación y estimula la producción de colágeno, mecanismos indispensables para el equilibrio natural de la piel. Se trata de una técnica muy efectiva y, a la vez, sencilla y nada agresiva con la piel. La mesoterapia facial se ha convertido en una alternativa a la cirugía estética con unos resultados más que satisfactorios.
En el tratamiento de la mesoterapia facial, existen tres combinaciones posibles que, en función del criterio del profesional, pueden aplicarse en una misma sesión o alternarse. El mesoflash, indicado para pieles con finas líneas de expresión, son microinyecciones de vitaminas, oligoelementos y sustancias homeopáticas que mantienen la piel hidratada. Para pieles deshidratadas y finas o estropeadas por el exceso de sol, el tratamiento más indicado es el mesolift: diferentes concentraciones de ácido hialurónico que se inyecta para mejorar el tono cutáneo y rehidratar la piel. Finalmente, la bioestimulación o reestructuración es el tratamiento indicado para mantener y normalizar el metabolismo celular. Todos ellos, por separado o combinados, son grandes aliados para mejorar el aspecto de la piel y frenar su envejecimiento.
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