Cuando una paciente decide someterse a una cirugía mamaria, a menudo llega con una idea en mente: un número, una talla, una imagen. Pero lo que muchas no saben, y que pocos cirujanos explican con la profundidad que merece, es que elegir el implante adecuado no es solo una cuestión estética, sino también de salud, proporción y bienestar a largo plazo.
Cada cuerpo tiene unas medidas únicas
En nuestra consulta, lo primero que hacemos es analizar la anatomía de cada paciente: anchura torácica, anchura mamaria, altura del nacimiento mamario, proyección deseada, calidad del tejido mamario, grosor de la piel, simetría natural… No es posible colocar el mismo implante en dos cuerpos distintos y esperar el mismo resultado.
Por eso, realizar mediciones exactas forma parte esencial del preoperatorio. Y sorprende la cantidad de casos que nos llegan con secuelas, asimetrías o resultados insatisfactorios por no haber tenido en cuenta algo tan básico como esto.
¿Qué ocurre cuando no se mide bien?
En muchas clínicas o cirujanos sin experiencia específica, se elige el implante «a ojo» o por catálogo, sin estudiar con precisión la estructura de la paciente. Esto puede dar lugar a:
- Pechos desproporcionados al cuerpo
- Implantes demasiado pequeños o grandes para el tórax
- Asimetrías visibles
- Caída prematura del pecho
- Incomodidad o sensación de “cuerpo extraño”
- Efecto “rippling”: visualización de pliegues en superficie del pecho
- Y, en muchos casos, la necesidad de una segunda cirugía para corregirlo
Un resultado natural empieza por una buena planificación
Una cirugía bien hecha empieza mucho antes del quirófano. En nuestra consulta, dedicamos tiempo al diagnóstico, usamos pruebas específicas, utilizamos un simulador real de aumento de pecho, y escogemos el implante no solo por el volumen, sino por la forma, el perfil y el ajuste exacto al cuerpo de la paciente.
Porque cada mujer merece un resultado que no solo le guste estéticamente, sino que se sienta suyo, natural y cómodo.
¿Estás pensando en operarte el pecho?
Asegúrate de ponerte en manos de un cirujano que no pase por alto esta fase tan crucial.
Tu cuerpo merece precisión. Y tu autoestima, también.
View this post on Instagram