¿Notas tu mirada más cansada de lo habitual? ¿Sientes que tu párpado pesa o que el maquillaje ya no se fija igual?
Estos signos, que muchas veces atribuimos al paso del tiempo o al estrés, pueden estar indicando que ha llegado el momento de considerar una blefaroplastia.
En este artículo te explicamos cómo saber si realmente la necesitas y por qué puede ser una de las decisiones más satisfactorias que tomes por ti y por tu imagen.
¿Qué es la blefaroplastia?
La blefaroplastia es la cirugía que corrige el exceso de piel, grasa o flacidez en los párpados superiores, inferiores o ambos. No se trata solo de una cuestión estética: en muchos casos, también mejora el campo visual y aligera la sensación de pesadez en los ojos.
Señales de que podrías necesitar una blefaroplastia:
- Tienes los párpados superiores caídos o plegados. Esto puede generar una expresión triste, cansada o envejecida, incluso aunque descanses bien.
- Aparecen bolsas bajo los ojos, incluso estando relajado. Las bolsas permanentes dan un aspecto fatigado y envejecido. No desaparecen con cremas ni tratamientos superficiales.
- Sientes que tu mirada ha perdido frescura o viveza. La expresión se apaga y los ojos parecen más pequeños o hundidos.
- Te cuesta aplicar sombra de ojos o delineador porque la piel del párpado se pliega. Este detalle, muy común a partir de los 40, puede ser frustrante y es un indicio claro.
- Tienes molestias visuales o sensación de pesadez ocular. En algunos casos, el exceso de piel llega a comprometer el campo de visión.
Test Rápido: ¿Es para ti?
- ¿Te han dicho últimamente que pareces cansad@, aunque no lo estés?
- ¿Evitas mirarte de perfil en fotos o vídeos porque te ves mayor?
- ¿Notas incomodidad al maquillar los ojos?
- ¿Te preocupa parecer más mayor de lo que te sientes?
Si has respondido “sí” a dos o más, probablemente una blefaroplastia podría beneficiarte.
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