SECUELAS MAMARIAS

 

    • Solución de cirugías previas.

    • ESTANCIA EN CLÍNICA:

      Ingreso de 12 a 24 horas. Anestesia general.

    • DURACIÓN DE CIRUGÍA:

      De 1 a 1,5 horas.

    • RECUPERACIÓN: 

      Entre 2 y 3 semanas.

En los últimos años se ha producido un importante incremento en el número de intervenciones de aumento mamario (como también de elevación de pecho), ya sea por cuestiones estéticas o como técnica reconstructiva. La mamoplastia de aumento está considerada como un procedimiento seguro, pero no exento de los riesgos inherentes a cualquier operación y de complicaciones propias de esta cirugía. De entre ellas, quizá la más reiterada es la contractura capsular que, aún así, se manifiesta en un porcentaje muy bajo de pacientes (1% aproximadamente).

Sin embargo, cada vez es más frecuente que pacientes de otras clínicas se dirijan a la consulta del Dr. Junco para solucionar todo tipo de complicaciones de cirugías previas. Ya sea por mala praxis como por factores intrínsecos de cada persona. Estas mujeres, que han sufrido algún problema tras la primera intervención, necesitan ser reintervenidas para evitar daños aún mayores. Nuestros profesionales realizan un diagnóstico exhaustivo para indicar cuál es exactamente la situación y aplicar la cirugía de secuelas mamarias más indicada en cada caso.

Cualquier intervención quirúrgica entraña un cierto grado de riesgo y es importante que la paciente los comprenda. La decisión individual de someterse a una cirugía se basa en la comparación del riesgo con el beneficio potencial. Aunque la mayor parte de mujeres no experimenta las complicaciones que se presentan a continuación, es necesario que la paciente intercambie información con el cirujano plástico y se asegure de comprender los riesgos potenciales y demás consecuencias del aumento mamario o la elevación de pecho.

TIPOS DE SECUELAS MAMARIAS

Despeja aquí tus dudas

  • La Contractura Capsular

    Una contractura capsular se produce cuando el tejido cicatricial que se forma internamente alrededor del implante se contrae y constriñe la prótesis dando lugar a un pecho demasiado redondo, duro y posiblemente doloroso. Esta complicación puede ser causada bien por una prótesis desgastada, rota, defectuosa o de mala calidad, o bien por una inflamación o sangrado alrededor de la misma que no haya sido resuelto correctamente. Además, los factores intrínsecos de la paciente también pueden conducir a la contractura capsular.

    La dureza excesiva de las mamas puede ocurrir al poco tiempo de la cirugía o al cabo de años. El tratamiento correctivo que aplicamos varía en función del avance de la contractura: en contracturas recientes y leves existe medicación oral y radiofrecuencia médica que, de llevarse a cabo cuando empieza a instaurarse esta complicación puede incluso revertir el proceso. Sin embargo, en casos más duraderos y severos cuando el grado de contractura es mayor es preciso llevar a cabo una cirugía para eliminar todo el tejido capsular y sustituir los implantes por otros de mayor calidad.

    Mala ubicación de las prótesis

    Los resultados, naturales y estéticos, de una intervención de aumento de pecho pueden verse afectados por una mala ubicación de las prótesis. Existen dos tipos de complicaciones: las prótesis desplazadas lateralmente o verticalmente (demasiado abajo o demasiado arriba) y las prótesis rotadas.
    La primera situación suele darse de forma más frecuente cuando las prótesis son implantadas por vía axilar, o bien en casos de hiperlaxitud de la piel del pecho.

    En el caso de llevar unos implantes anatómicos, existe el riesgo de la rotación de los mismos. Este hecho se da cuando se ha creado un bolsillo demasiado ancho o bien cuando la paciente no ha seguido las pautas de recuperación correctas tras la cirugía.

    La cirugía que corrige una mala ubicación de las prótesis consiste en rediseñar y rehacer el bolsillo dónde reposará el implante. Suele llevarse a cabo de forma ambulatoria, por lo que no será necesario el ingreso hospitalario.

    Insatisfacción en volumen

    Después de una intervención de aumento de pecho, algunas pacientes pueden no quedar satisfechas con los resultados, especialmente con el tamaño mamario que han obtenido. En algunos casos por exceso y, en otros, por defecto. Cuando la paciente desea reoperarse para obtener los resultados que había imaginado, habitualmente se realiza una cirugía secundaria de forma ambulatoria.

    Las técnicas de simulación de aumento de pecho hacen que cada vez se den menos estas situaciones. En Dr. Junco, Cirugía Plástica y Estética, el simulador es de gran utilidad para concretar el tamaño exacto que la mujer quiere dar a sus mamas y permite que la paciente experimente la sensación del aumento de pecho en su propio cuerpo.

    La cicatrización inestética

    Aunque la cicatrización excesiva es infrecuente, también pueden aparecer pacientes con casos anormales. Es necesario tener en cuenta que, a pesar de haber realizado una óptima cirugía, el proceso de cicatrización es propio de cada paciente y no tiene relación directa con el acto quirúrgico. Tras cualquier intervención pueden aparecer cicatrices abultadas (queloideas), ensanchadas (diastasadas), muy blancas (hipopigmentadas) o muy oscuras (hiperpigmentadas).

    • Queloideas: estas cicatrices hipertróficas pueden tratarse utilizando parches de silicona o geles siliconados. En caso de no ser efectivos, pueden reducirse mediante la infiltración de cortisona, la aplicación de radiofrecuencia médica o radioterapia (en ocasiones extremas). Sin embargo, cabe destacar que no existe un tratamiento 100% efectivo y la extirpación de las mismas podría provocar una nueva cicatriz de las mismas características.
    • Diastasadas: las cicatrices diastasadas se deben a la calidad de la piel y a la tensión a la que ésta está sometida. Pueden extirparse y volverse a suturar para convertirlas en menos visibles siendo una buena solución, pero no es un tratamiento resolutivo para todos los casos.
    • Hipopigmentadas: las cicatrices demasiado blancas pueden mejorarse con micropigmentación, mediante el tatuaje, o con la exposición solar.
    • Hiperpigmentadas: aunque pueden ser beneficiosas si se encuentran en la zona infraareolar (dónde hay un cambio de color entre la areola y el resto de la mama), estas cicatrices demasiado oscuras y visibles si se encuentran fuera del área areolar, pueden aclararse mediante la aplicación del láser específico.
  • Efecto Rippling

    La visualización de pliegues u ondulaciones en la superficie de la piel de la mama tras un aumento o elevación de pecho con implantes se le conoce como efecto rippling. Ocurre sobre todo a nivel lateral, cuando la paciente presenta un pecho con poco espesor graso por debajo de la piel o poco tejido mamario que pueda cubrir los implantes haciendo de almohadilla o laxitud excesiva de la piel de la zona. También puede aparecer cuando se llevan unos implantes grandes y de poca cohesividad.

    Los pliegues u ondulaciones derivados del efecto rippling suelen ser más visibles en el lateral externo de la mama pero también en el escote, ya que son las zonas que presentan una menor cobertura del tejido mamario. El resultado de esta complicación puede ser más pronunciado en pacientes con prótesis de suero o tejido mamario delgado. Las ondulaciones son más evidentes cuando la mujer se inclina hacia delante, se producen en el propio implante y se transmiten a la piel del pecho. Pueden producirse tanto en prótesis lisas como en rugosas.

    Secuelas en Mamas Tuberosas

    Las mamas tuberosas (tubulares, caprinas o constreñidas) son malformaciones o anomalías estéticas de la mama. Durante el crecimiento de la mujer y debido a una alteración del desarrollo en la pubertad, puede ocurrir que el tejido encargado de cubrir las glándulas mamarias sea de una rigidez excesiva y no se expanda de forma adecuada. Cada vez más pacientes se dirigen a nuestra consulta para solventar operaciones de aumento de pecho que se han realizado sin tener en cuenta dicha malformación.

    Cuando esta anomalía no se diagnostica correctamente y se lleva a cabo la mamoplastia, se crean problemas estéticos destacables, puesto que no se ha cambiado de antemano la forma del pecho. En la mayoría de los casos supone una magnificación de la tuberosidad o deformidad, además de la aparición de dobles surcos en la base del pecho y la deformación de las areolas. Las pacientes afectadas quieren corregir estos problemas y, por ello, se requiere una cirugía de secuelas mamarias.

    Hematomas y Seromas

    Los hematomas son una acumulación de sangre en el bolsillo donde están implantadas las prótesis. Los seromas, en cambio, se forman por acumulación de líquido inflamatorio. Tanto hematomas como seromas son complicaciones que pueden surgir en el postoperatorio inmediato de la cirugía mamaria. Pueden eliminarse mediante drenaje en consulta o en quirófano; un procedimiento que contribuye a minimizar el riesgo de contractura capsular a largo plazo.

    Sin embargo, existen algunos casos en los que el seroma aparece en estados tardíos, después de años de la intervención. Es entonces cuando la mujer necesita un recambio del implante por uno nuevo, algo que, de no hacerse, puede también conducir a una contractura. La causa de ello puede ser un traumatismo, un desgaste del implante o alguna situación de origen desconocido.

  • TESTIMONIOS

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