Es muy probable que hayas oído hablar sobre la Miomodulación Química Selectiva, este tratamiento tan popular entre estrellas de cine, actrices y modelos que aparecen en TV o prensa.
La miomodulación se empezó a usar en 1988, en la actualidad se utiliza para tratar arrugas de expresión de la cara y cuello, el descenso de comisuras bucales y cejas, elevar la punta nasal, revertir el labio superior y corregir la sonrisa gingibal. Se utiliza en pequeñas dosis y cantidades por lo que resulta muy seguro. La miomodulación se inyecta en el rostro, concretamente en el músculo, y una vez inyectado el músculo se debilita pasados 4 días. Los efectos y resultados de la miomodulación afectan al músculo y en ningún caso afectan al sistema nervioso. Se trata de un tratamiento muy seguro porque la recuperación del músculo empieza a los 4 meses y es completa a los 6; pero hay que decir que no es efectivo en el 100% de los pacientes.
La miomodulación suele aplicarse para tratar las arrugas frontales, arrugas periorbitarias o “patas de gallo”, arrugas en el entrecejo, arrugas en los labios y descenso de comisuras de la boca, arrugas en el cuello y arrugas de la raíz nasal. Se aconseja repetir el tratamiento cada cuatro o seis meses para mantener los músculos debilitados y permitir que las arrugas desaparezcan o se atenúen.
La Miomodulación es un método simple y muy eficaz para prevenir y tratar las arrugas de expresión, además puede realizarse junto con otros tratamientos como láser y rellenos, y complementando cirugías faciales.