En una entrevista con la Agencia de comunicación EFE, Cristino Suárez, el nuevo presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) asegura que la administración sanitaria del país está “amputando la especialidad”. Los objetivos de Suárez en este nuevo cargo pasan por combatir el intrusismo y dar a la cirugía plástica su lugar en la sanidad. Además de ello, el presidente aboga por penalizar aquellos intrusos que se hacen pasar por profesionales y valora, además, la valentía de aquellos especialistas que ponen límites al ejercicio y mal uso de las cirugías, como en el caso de aumentos de pecho en menores.
El auge de la cirugía estética y la importancia que ha acumulado la apariencia física han aportado felicidad a muchos hombres y mujeres, que han accedido a las intervenciones quirúrgicas por combatir complejos indeseables. Dicho auge, que ha producido un crecimiento notable del sector, ha generado un constante intrusismo de personas no profesionales que se aventuran a realizar operaciones y tratamientos. Debido a esta situación, Suárez considera que “se debe informar a la población de que la cirugía estética es tarea del cirujano plástico”. “Antes de una intervención, el paciente debe asegurarse de que el especialista que va a llevarla a cabo es un cirujano plástico”, recomienda.
Además de ello, el nuevo presidente explica que la multa de 2.000 euros por intrusismo en España no es eficaz. Tal y como afirma, lo que sí sería eficaz es lo que ocurre en Francia, Austria y Bélgica: el intrusismo es un delito penal, es decir, “una estafa” y como tal, “la pena es de cárcel”. Suárez apunta que el próximo mes se llevarán a cabo reuniones con el Ministerio de Sanidad para trabajar este aspecto concreto.
A la hora de seleccionar un cirujano plástico, el presidente recomienda que el paciente consulte con los colegios de médicos y también con la propia SECPRE. Aunque todos los cirujanos no son miembros de la misma, saber que disponen de la titulación oficial siempre es una garantía. “Otra opción es el Registro Nacional de Especialidades, que empezará a funcionar a lo largo de 2015”, anuncia.
Por otro lado, Suárez también se pronunció ante el 0’5 por ciento del total de los aumentos de mama que se han realizado a menores de 10 años. Según él mismo, “este porcentaje debería ser cero hasta que no culmine el desarrollo corporal completo de las jóvenes”. Aunque en algunos casos, tras realizar una prueba de osificación, se comprueba que no va a haber más desarrollo, “los padres deberían convencer a sus hijas para que esperen a tener más edad”. Tal y como indica, la edad corporal de 18 años no tiene nada que ver con la mental.