Hay zonas del cuerpo que son especialmente rebeldes y que se resisten a los efectos de una dieta equilibrada y el ejercicio. Una de ellas es el abdomen. Hay muchos hombres y mujeres que a pesar de tener una buena silueta tienen acumulación de grasa o exceso de piel en el abdomen. Con una abdominoplastia, es posible eliminarlos y conseguir una pared muscular más firme y plana.
La abdominoplastia es una intervención especialmente indicada para mujeres que han tenido varios embarazos, tras los cuales la piel y músculos abdominales se han relajado y no han recuperado su tono inicial. O para mujeres y hombres, que tras perder una importante cantidad de peso, quieren recuperar la elasticidad de la piel. Muchas intervenciones de cirugía estética tienen un post-operatorio bastante largo, y la abdominoplastia no es una excepción.
Tras una abdominoplastia, el abdomen suele estar inflamado y pueden aparecer molestias o dolor que se controla con medicación. Dependiendo de la extensión de la cirugía, el paciente puede irse a casa al cabo de unas horas o permanecer 1 ó 2 días en la clínica. En cualquier caso, es muy importante seguir las recomendaciones del Dr. Junco. Al principio, el paciente no debe estirarse del todo y debe empezar a caminar tan pronto como sea posible. Los puntos de la piel externos se retiran a los 7 ó 15 días; los puntos internos, en 2 ó 3 semanas. El vendaje inicial se sustituirá por una faja abdominal.
La vuelta a la normalidad puede llevar de unas semanas a unos pocos meses, dependiendo del estado físico previo a la abdominoplastia. Algunas personas precisan más tiempo de reposo y recuperación que otras. En todos los casos, el ejercicio físico ayuda a recuperarse antes, disminuye la posibilidad de formación de trombos venosos y tonifica los músculos.
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