El resultado de una rinoplastia es generalmente muy gratificante y exitoso. Los pacientes suelen olvidar rápidamente su imagen anterior y se muestran satisfechos con los resultados.
La nariz es una parte muy importante de nuestro rostro y cuando se realiza una rinoplastia, la imagen posterior de nuestro rostro sufre un cambio considerable. Ese cambio y esa mejora, tan buscadas por los pacientes que se someten a la rinoplastia, habitualmente se asimila con rapidez, pero en algunas ocasiones el paciente tarda un poco más en hacerse a la idea y en habituarse a su nueva imagen.
Tras la rinoplastia el paciente puede modificar incluso su carácter, mostrando mayor autoestima y satisfacción, debido a la gran repercusión psicológica que provoca en el individuo una alteración en la forma de la nariz.
El aspecto estético definitivo de la rinoplastia se alcanza tras seguir una evolución de un tiempo aproximado de seis meses, los resultados no son inmediatos e instantáneos. Pero se trata de una evolución lenta que puede incluso pasar desapercibida.
La alteración en la forma de la nariz es una de las causas estéticas que causa mayores trastornos psicológicos, por ello la rinoplastia es una de las operaciones más demandadas. La rinoplastia corrige las deformaciones nasales y modifica la forma de la nariz para conseguir un mayor equilibrio y armonía faciales. No se trata solo de reducir o aumentar el tamaño de la nariz sino de adaptarlo a las facciones y características de cada persona.
Debido pues, a la importancia de este órgano en nuestra armonía y equilibrio faciales, el diálogo entre el paciente y el Dr. Junco es fundamental para alcanzar un resultado gratificante para ambas partes.