La llamada reducción de pechos suele realizarse para aliviar problemas físicos, y no tanto por motivos estéticos. Algunas mujeres deciden someterse a la reducción de pechos por tener un volumen excesivo que les causa molestias físicas, otras se someten a esta cirugía mamaria por motivos puramente estéticos.
Es recomendable realizar la reducción de pecho cuando las mamas están totalmente desarrolladas, aunque si los problemas son muy importantes puede realizarse con anterioridad, en los casos de gigantomastia juvenil.
La gigantomastia juvenil es una afección médica benigna que causa el crecimiento excesivo, y en algunos casos incluso discapacitante, de un pecho o ambos durante la etapa de la pubertad. Normalmente este trastorno empieza poco después de la primera menstruación de la adolescente. Puesto que en la actualidad no existe un tratamiento médico para solucionar este trastorno hay que recurrir a la cirugía mamaria o reducción de pecho para solucionarlo.
La reducción de pecho no está incluida en las prestaciones de la Seguridad Social, sólo en casos extremos o de gigantomastia.
Para realizar la reducción de pecho suele ser necesario el ingreso, normalmente de un día, y se realiza en un quirófano de la Clínica Cima. La cirugía se hace mediante anestesia general y la operación dura entre 2 y 3 horas, en algunos casos podrá alargarse.
En realidad la cirugía consiste en extirpar el exceso de piel, grasa y tejido mamario, posteriormente se recoloca la areola y el pezón en su nueva posición.
Tras la reducción de pecho las cicatrices son importantes y permanentes, aunque el Dr. Junco hará lo posible para que se noten lo menos posible y con el tiempo las cicatrices se atenúan. Los resultados de la reducción de pecho no son inmediatos, pasarán unos meses hasta que los pechos adquieran el aspecto definitivo.
