Hay muchas posibles conexiones diferentes entre la cirugía plástica y la autoestima. Algunos son positivos, mientras que otros pueden ser perjudiciales, dependiendo de la personalidad individual y los objetivos para su cuerpo. Una de las conexiones más comunes entre la cirugía plástica y la autoestima es que la gran mayoría de los pacientes afirman sentirse mejor después de la intervención y tener la autoestima más alta. Sin embargo, también hay personas con la autoestima baja utilizan la cirugía estética como una herramienta para sentirse mejor, corrigiendo defectos que no sería necesario corregir, y resultando en numerosas intervenciones más bien innecesarias.
Los pacientes se suelen sentir mejor después de la intervención
Por lo general, la cirugía estética se relaciona positivamente con la autoestima, así lo demuestran las estadísticas. Asimismo, también se trata de un terreno resbaladizo ya que puede provocar que personas que solo querían arreglar un aspecto de su físico comiencen a percibir problemas adicionales y se obsesionen con sucesivas intervenciones. O puede comportar que las personas con autoestima baja intenten subirla con varias operaciones, cuando sería más sano y efectivo acudir a un psicólogo.
Esto se debe a que, como hemos afirmado antes, algunas personas con una autoestima muy baja son más propensas a someterse a cirugía estética. Esto lo demuestra el hecho que cada día más y más jóvenes se someten a intervenciones quirúrgicas estéticas, esperando que esto les ayude a ser más populares y tener más éxito entre sus compañeros.
La cirugía estética no soluciona problemas emocionales
Es muy común que el cirujano plástico rehúya la realización de una intervención a pacientes jóvenes cuya cuerpo todavía se está desarrollando, con lo cual mantiene un cambio y crecimiento constate. También se debe tener en cuenta si el paciente joven ha acudido a la clínica por tener la autoestima baja debido a la falta de estabilidad psicológica que padecen algunas personas en esta edad.
En general, las personas que quieren someterse a intervenciones quirúrgicas para conseguir un cambio en una parte específica de su cuerpo que no les gusta, se sienten mejor después de pasar por el quirófano. Sin embargo, aquellas personas que quieren cambiar quienes son nunca llegarán a estar satisfechas con las modificaciones.
