La edad y el paso de los años provocan efectos desagradables en muchas partes de nuestro cuerpo. De entre ellas, la flacidez de los brazos está siendo uno de los problemas más preocupantes, transformándose en un efecto del envejecimiento que la mayoría de mujeres quieren ocultar. Sobre todo en su cara interna, el brazo pierde elasticidad, cuelga y provoca una apariencia de lo más antiestética. Incomodidades y complejos se desarrollan a partir de ello, siendo el vestir un verdadero trauma en verano.
Para corregir dichos efectos del paso del tiempo, el lifting de brazos es una de las mejores soluciones. Es un procedimiento quirúrgico destinado a mejorar la forma y la tersura de nuestros brazos por tres razones distintas:
– Mejorar el contorno corporal de la mujer, que puede considerar antiestética la piel que cuelga de sus brazos.
– Corregir una disminución en el volumen tras haberse sometido a una reducción de peso importante.
– Conseguir usar prendas de cualquier tipo sin temer por la exposición de los brazos.
El lifting de brazos consigue mejorar la apariencia física de la mujer y, en especial conseguir unos brazos firmes que ayuden a fortalecer su autoestima. El método quirúrgico elegido dependerá de cada caso, de los problemas de salud que pueda presentar la mujer y de las recomendaciones del cirujano plástico. Los especialistas en Dr. Junco, Cirugía Plástica y Estética trabajan para obtener resultados satisfactorios, por lo que evaluarán el estado de salud general de la paciente antes de someterla a la intervención. La mayoría de mujeres que se someten a un lifting de brazos no presentan complicaciones prescritas pero, aun así, es importante que conozcan los riesgos y complicaciones de la intervención, así como los beneficios que podrían obtener.
La cirugía se basa en una incisión en la zona interna de los brazos. Las incisiones siempre son proporcionales a la cantidad de piel sobrante, hecho que puede generar cicatrices en la piel. Sin embargo, la técnica está pensada para dejar cicatrices lo menos visibles posible. Generalmente, la paciente deberá permanecer en la Clínica CIMA durante un día para hacer más cómoda su recuperación. El lifting de brazos se realiza bajo anestesia general, de forma que la mujer no sentirá molestia alguna durante la intervención.
La gran cantidad de mujeres que se han sometido a la intervención coinciden en haber obtenido una mejora de su aspecto y un aumento exponencial de su autoestima. Ellas se sienten más seguras, más bellas y más jóvenes. La decisión de someterse a un lifting de brazos es exclusivamente personal, siempre siendo de vital importancia cómo se siente la mujer con su silueta. Los resultados pueden ser un éxito si la paciente tiene unas expectativas razonables y acordes a la realidad de la cirugía.