Al toser, al estornudar, al levantar pesos o incluso al reírse, muchas mujeres experimentan el escape de orina, algo que hasta puede provocar que, en algunas situaciones, no lleguen al baño a tiempo. La incontinencia urinaria se define como un problema fisiológico, que puede repercutir tanto a las relaciones sociales de la mujer como afectar a su autoestima, provocando estrés, ansiedad o depresión. La verdad, una de cada cuatro mujeres españolas sufre esta patología que, según datos generales, afecta a cinco millones de mujeres. De éstas, un 80% nunca lo ha consultado con un médico por considerarlo un efecto asociado a la edad.
Normalmente, a partir de los 35 años la incontinencia urinaria puede empezar a manifestarse. A través de pequeñas pérdidas, se empiezan a notar los síntomas de un fenómeno infravalorado por norma general. Así, a partir de esta misma edad, se estima que un 25% de mujeres padecen este problema, un porcentaje que se eleva hasta el 50% tras haber alcanzado los 65 años. Según el informe ONI, el 64% de mujeres suele ver afectada su vida cotidiana por la incontinencia, un problema que les acaba generando múltiples limitaciones al realizar determinadas actividades, tanto laborales como sociales.
Según los expertos en el campo, los efectos de la incontinencia urinaria no solo se traducen a nivel físico, sino que también a nivel psicológico. La verdad, desgasta emocionalmente las mujeres, afectando su autoestima y provocando trastornos emocionales relacionados con ello, tales como el aislamiento social o problemas con la propia persona. Sin embargo, es importante destacar que los nuevos avances en cirugía estética han propuesto una solución a ello: la cirugía vaginal.
La cirugía vaginal, también conocida como cirugía femenina íntima, es un tipo de intervención estética creada para solucionar las necesidades, tanto psicológicas como físicas, de la paciente que padece incontinencia urinaria. Además de ello, los tratamientos de cirugía vaginal también están indicados para solucionar otros problemas, tales como una vagina ancha o estrecha, así como algunos defectos congénitos, accidentes, el envejecimiento y los resultados de haber tenido múltiples partos. Los cambios y estiramientos en la zona vaginal que pueden ocasionar estas situaciones ahora pueden ser revertidos.
Gracias a la cirugía estética vaginal, así como a la cirugía de rejuvenecimiento de la zona íntima de la mujer, es posible devolver el tamaño y la simetría ideales a una de las partes más sensibles, delicadas y vulnerables; para así gozar de una vida sexual sana y placentera y evitar preocupaciones que pueden dañar la autoestima. Desde Dr. Junco, Cirugía Plástica y Estética, recomendamos a todas aquellas mujeres que no se sientan a gusto con su zona íntima, informarse en un clínica de cirugía estética especializada. La incontinencia urania, entre otros problemas, puede solucionarse.