El ácido hialurónico, nuestro principal aliado para vernos jóvenes.
A medida que pasan los años, la preocupación por sentirse guap@ aumenta tanto en hombres como mujeres, sobre todo a partir de los 30 años, cuando empiezan a manifestarse los signos de envejecimiento.
El ácido hialurónico es uno de los productos más utilizados en medicina estética ya que es una de las sustancias menos invasivas, en manos expertas.
En la cara tenemos, por un lado, unos puntos estratégicos con unos ligamentos que sostienen la piel en su sitio, en pómulos y ángulo mandibular, etc; y, por otro, unos compartimentos de grasa, superficiales y profundos, en mejillas, peribucal, etc.. El secreto de la juventud radica en mantener a raya unos y otros.
En ese sentido, la grasa en la cara se convierte en protagonista indispensable por lo que hay que ir con cuidado tanto con los métodos de adelgazamiento, sobre todo bruscos, a partir de cierta edad, como con el ejercicio físico de alta intensidad, ya que si estos depósitos se vacían difícilmente se van a recuperar.
El ácido hialurónico nos permite tanto reponer el volumen perdido de grasa de estos compartimentos como anclar de nuevo los ligamentos que sostienen la piel, consiguiendo un efecto tensor y redefiniendo el óvalo facial.
Tras un estudio minucioso y personalizado identificando las necesidades de cada paciente, podemos conseguir un efecto de lífting facial y de rejuvenecimiento, en menos de 30 minutos y sin pasar por quirófano*, usando ácido hialurónico de alta gama y de diferentes densidades para tratar los compartimentos de grasa que se hayan vaciado, y/o anclar en su sitio incial los ligamentos que hayan cedido. Los resultados son visibles desde el minuto 0 y se recomienda un mantenimiento anual.
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*en casos más avanzados de envejecimiento de la piel del rostro, se recomendarán otro tipo de tratamientos más efectivos.