Ahora llega el invierno, el frío, y empezamos a utilizar más y más ropa, de manera que la inmensa mayoría empezamos ya a abandonar nuestros cuerpos, pensando que todavía queda mucho para la llegada del buen tiempo, para volver a quitarnos esa ropa que ahora nos protege y tener que enseñar nuestro cuerpo de nuevo.
Lo mismo sucede con las intervenciones de cirugía estética. Con el calor, con nuestras visitas a las piscinas o a las playas detectamos nuestras miserias, nos damos cuentas de esas cosillas de nuestro cuerpo que no se encuentran en la mejor situación posible.
Tendemos a pensar que ahora es pronto, que ya acudiremos al cirujano cuando llegue el momento que, total, ahora nadie va a poder apreciarlo, así que mejor esperara al verano y entonces podremos lucir el cuerpo en todo su esplendor.
¡Pero esto es un gran error!
Los resultados que se obtienen a través de una intervención de cirugía estética no son inmediatos de ninguna de las maneras, sino que más bien al revés, ya que durante los primeros meses el cuerpo suele reaccionar de manera contraria, es decir, que al principio el cuerpo se hincha.
Por ello, lo ideal es realizar este tipo de intervenciones estéticas durante el invierno, ya que el cuerpo está protegido por la ropa y el efecto estético negativo posterior a una operación desaparece, ya que no se ve.
Además, los meses del año con menos temperatura son mejores para operarse y recuperarse tras una cirugía, ya que el frío contribuye a disminuir la inflamación posterior. Asimismo, durante el invierno no resulta tan incómodo llevar los vendajes o prendas de presión que son en muchos casos necesarias porque no nos producen tanto calor ni provocan un exceso de sudoración.
De esta manera conseguiremos que cuando llegue el verano todos los resultados estén totalmente perfilados y podamos disfrutar de nuestro cuerpo 10 sin ningún problema, luciendo las mejoras que hemos ido realizando.
Si, por el contrario, aguardamos a que llegue el calor otra vez nos estaremos condenando a disfrutar de los resultados positivos de la operación durante el invierno, cuando realmente no son tan visibles y acabaremos por acumular frustración por la cirugía realizada.
En definitiva, se trata de planear adecuadamente la intervención de cirugía estética para optimizar los resultados que se obtienen y conseguir lucir nuestro cuerpo, con las mejoras que le hemos introducido, en el momento adecuado, cuando realmente lo vamos a disfrutar.