Tras una abdominoplastia o una liposucción hay que esperar unos meses hasta que se pueda visualizar con claridad el nuevo aspecto adquirido. Los resultados no son inmediatos y hay que dar un tiempo para que la hinchazón propia de la cirugía, por ejemplo, disminuya. Cada paciente tiene también un periodo distinto de recuperación, hay personas que se recuperan con gran facilidad si tienen una piel firme y en condiciones óptimas. También suelen tener una pronta recuperación los pacientes que realizaban ejercicio de manera habitual antes de la intervención.
En cualquier caso, una vez alcanzado el resultado final, tras la intervención y el proceso del post-operatorio es muy importante que el paciente siga cuidándose. No podemos pensar que por habernos sometido a una liposucción o una abdominoplastia ya tenemos vía libre para dejar de cuidarnos o comer lo que queramos.
Es fundamental seguir una dieta adecuada y equilibrada, hacer ejercicio de forma regular para mantenernos en buena forma física y llevar en general un estilo de vida saludable. De lo contrario, con el tiempo podríamos ganar peso o recuperar grasa, aunque es cierto que tras la liposucción suele repartirse de forma más homogénea. En la zona tratada por la liposucción o la abdominoplastia no suele volver acumularse la grasa de nuevo, pero hay que prevenirlo manteniendo una vida sana. No sirve de nada someterse a una intervención de estas características si tras la misma volvemos a las andadas, a comer mal y a llevar una vida sedentaria.
Lo que es evidente, es que la cirugía puede ayudarnos a mejorar nuestro cuerpo y a librarnos de la grasa localizada de algunas zonas del cuerpo. Pero en ningún caso podrá convertirnos en otras personas ni darnos un cuerpo de modelo. Hay que tener unas expectativas reales. Los resultados de la liposucción o la abdominoplastia pueden ser muy satisfactorios pero para mantenerlos, como es lógico, no podemos ganar mucho peso.
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