La otoplastia es una técnica de cirugía estética que se realiza para recolocar las orejas prominentes o «en soplillo» a una posición más normal, más pegadas a la cabeza. Generalmente, la otoplastia es una cirugía que se realiza en niños entre los 4 y 14 años. Con tan sólo 4 años, las orejas han crecido casi completamente y, si se detecta que pueden suponer un complejo o problema para el niño, es mejor realizar la cirugía cuanto antes. La otoplastia también se puede realizar en adultos ya que, a esa edad, la intervención no conlleva mayores riesgos.
El Dr. Junco, como la mayoría de los cirujanos plásticos, recomienda a los padres observar el comportamiento del niño en relación a sus orejas prominentes; no se debe insistir en la cirugía estética hasta que el niño así lo desee. Aquellos niños que se encuentran a disgusto con sus orejas y quieren operarse, cooperan más durante la intervención y están más contentos con el resultado. Muchos pacientes, niños o adultos, pueden estar inseguros acerca del resultado de la otoplastia. Con esta intervención de cirugía estética se pretende conseguir una mejoría, no la perfección absoluta. No se debe esperar una simetría exacta, que incluso quedaría poco natural.
En la primera consulta, el Dr. Junco realiza una evaluación del problema y recomienda la técnica más efectiva para cada caso. También proporciona las instrucciones para prepararse para la cirugía. El catálogo de prestaciones de la Seguridad Social no incluye la realización de una otoplastia por motivos estéticos, excepto si existe un trastorno psicológico asociado o cuando la deformidad es muy importante, y siempre y cuando sea durante la edad escolar.
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