Todas las mujeres quieren mirarse al espejo y sentirse felices con lo que ven, estar satisfechas de su aspecto físico. Españolas, portuguesas, brasileñas, finlandesas, mejicanas… la amplia mayoría de ellas quiere sentirse bella, segura y orgullosa de sí misma. Sin embargo, las venezolanas conforman un caso particular. Sus niveles obsesivos por el embellecimiento han llevado a triplicar las cifras de operaciones estéticas del país en los últimos dos años. Un dato sorprendente teniendo en cuenta que nos encontramos en plena crisis económica y que la escasez de cosméticos afecta Venezuela.
Pero, ¿qué nos lleva a afirmar este fenómeno? Según publica el diario ABC, la principal causa de ello son los concursos de belleza. Las 13 coronas de Miss Universo y Miss Mundo que ha ganado Venezuela ejercen una presión incalculable. Dichos resultados llevan a las mujeres venezolanas a recurrir más a la cirugía estética para sentirse aceptadas socialmente y reafirmar su belleza. La encuestadora Datos señala que el 86% de los venezolanos cree que verse bien significa estar bien. Así pues, según casi 9 de cada 10 personas en el país cree que la apariencia física es un elemento fundamental que actúa en la construcción de la felicidad.
El ranking mundial de países con altas demandas en cirugía estética coloca Venezuela en sexto lugar, después de Brasil, Estados Unidos, México, Alemania y Colombia. Ni el contexto económico actual ha sido capaz de frenar las operaciones. Según una encuesta presentada por la Asociación Internacional de Cirugía Plástica (ISAPS en inglés), durante el pasado 2013 se realizaron en el país hasta 231.742 intervenciones con fines cosméticos. Traducido a un espacio temporal menor, son 634 cirugías por día.
Tal y como muestra el diario británico The Guardian, Venezuela es la nación con la tasa más alta de cirugías estéticas en el planeta, pues en el país se efectúan, de forma anual, 7,6 procedimientos de este tipo por cada 1.000 habitantes frente los 7,4 de Brasil y los seis de Estados Unidos. Así pues, el país ocupa el sexto lugar en el ranking mundial por la simple cuestión de número de habitantes y la dimensión de la población. Pero, en términos proporcionales, debería situarse en la cabeza de la lista.
La cirugía estética más solicitada por las venezolanas es el aumento de pecho. El año pasado, alrededor de 38.500 mujeres recibieron implantes mamarios de mayor tamaño. En segundo lugar encontramos la liposucción y, seguidamente, la lipoescultura, la rinoplastia, la reducción mamaria, el aumento de glúteos y el refrescamiento facial.
Los ideales de belleza, así como el culto a la misma, actúan como motor de las intervenciones de cirugía estética. Sin embargo, su finalidad principal es evitar complejos y regenerar autoestimas, sin obsesionarse con conseguir la perfección. La cirugía estética nunca debe tomarse a la ligera.
