La industria de Hollywood es uno de los sectores económicos que más imagen y atractivo físico vende. Actores y actrices se someten a intervenciones de cirugía estética para resaltar sus rasgos más bonitos y eliminar aquellos más desagradables. Kim Kardashian, Ariel Winter, Catherine Zeta Jones, George Clooney,… Tanto mujeres como hombres han pasado por el quirófano. Gracias a la cirugía estética han conseguido sentirse más seguros de sí mismos y eliminar todo complejo que pudieran tener. No obstante, algunos se han pasado de la raya. Es el caso de Reid Ewing, actor de Modern Family, que ha confesado ser adicto a este tipo de intervenciones. En la ficción es Dylan, el novio guaperas de Haley, que interpreta el papel de hermana mayor.
Ewing, de 27 años, ha confesado en el Huffington Post que padece un trastorno dismórfico corporal: está obsesionado con sus defectos físicos, ya sean reales o imaginarios. Según dice, esta condición le ha llevado a abusar de la cirugía estética. De hecho, se ha sometido a diversas operaciones desde el año 2008, cuando tan sólo tenía 19 años. Tal y como publica el periódico El País, el actor reveló que creía que si comenzaba a operarse, pronto se parecería a Brad Pitt. Su primera intervención fue un implante de mejillas que no salió como esperaba y, además, le hizo pasar un proceso de recuperación muy doloroso. En palabras de Ewing, el cirujano al que acudió le dijo que “estaba de acuerdo en que operarse era algo importante para la carrera de un actor”.
Quiso intervenirse porque tenía muchos complejos que no conseguía sacarse de la cabeza. Sin embargo, después de esta primera intervención, tuvo que acudir a otros especialistas para arreglar el desastre y, hasta 2012, su paso por el quirófano continuó de forma bastante frecuente. Fue en ese año cuando decidió parar: no soportaba más la presión y la poca satisfacción que sentía hacia él mismo. Después de su reciente confesión, el atractivo novio de Haley reflexiona: “antes de cambiar tu cara, fíjate si lo que debe transformarse es tu mente”.
Ahora, Ewing lanza consejos a aquellas personas que no confían en su físico, que les pesan demasiado los complejos y que no paran de realizarse intervenciones. La cirugía estética es tremendamente útil para camuflar algunos defectos, pero su abuso puede ser perjudicial. “El secretismo que rodea la cirugía estética impide que muchas prácticas poco éticas vean la luz, y creo que la gente a menudo decide operarse para ser aceptado”, explica el actor.
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