Hay mujeres y hombres que, aun teniendo una buena silueta y sin exceso de peso, acumulan piel y grasa en el abdomen. Mantener una dieta equilibrada o hacer ejercicio no es suficiente en estos casos porque la piel ha perdido elasticidad y se descuelga. Esta situación de exceso de piel y relajación de la pared abdominal se suele dar en pacientes que han tenido aumento de peso y pérdida posterior o en mujeres que han tenido varios embarazos. En todos estos casos, la abdominoplastia es una solución ideal para eliminar este exceso de piel en la barriga o abdomen.
La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico que pretende eliminar el exceso de grasa y piel de la zona abdominal. Con todo ello se consigue obtener una pared muscular más firme y plana. La abdominoplastia consigue un abdomen más plano, más firme y una cintura más estrecha. Los resultados son permanentes, aunque esto no asegura mantener un peso estable. Es por este motivo que, después de someterse a una abdominoplastia, se aconseja mantener una dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio.
Tras una abdominoplastia hay que esperar unos meses hasta que se pueda valorar con claridad el nuevo aspecto adquirido. Las cicatrices de la abdominoplastia, durante los primeros meses, están en período de curación y pueden tener un aspecto malo pero hay que esperar entre 9 meses y un año para que la cicatriz se aclare y sea menos evidente. Las cicatrices, en realidad, nunca desaparecen pero pueden llegar a ser invisibles. Los resultados de una abdominoplastia no son inmediatos y también hay que dar un tiempo para que la hinchazón propia de la cirugía, por ejemplo, disminuya. En cualquier caso, una vez alcanzado el resultado final, tras la abdominoplastia y el proceso del post-operatorio es muy importante que el paciente siga cuidándose.
